Desde nuestros orígenes, en Agrícola El Calvario cultivamos más que campos: cultivamos confianza. A lo largo de los años hemos evolucionado desde una explotación familiar hasta convertirnos en una referencia del sector agrícola nacional. Nuestra forma de trabajar se basa en tres principios irrenunciables: experiencia, innovación y compromiso con la tierra.
Cada decisión que tomamos —desde la elección de semillas hasta la planificación de la cosecha— está orientada a ofrecer un producto fiable, homogéneo y de calidad constante. Esta visión integral del trabajo agrícola es la que nos permite mantener relaciones estables y duraderas con nuestros clientes.
En Agrícola El Calvario cultivamos cereal de invierno con un enfoque técnico y profesional. Apostamos por variedades de trigo, cebada y avena seleccionadas según su adaptación al terreno, resistencia y rendimiento. Cada campaña se planifica con precisión, aplicando técnicas de siembra mecanizada, control fitosanitario y seguimiento por satélite. El resultado: producción estable, homogénea y trazable, orientada a industrias, transformadoras y exportación.
El girasol forma parte clave de nuestras rotaciones agrícolas. Se trata de un cultivo rentable, resistente a la sequía y muy demandado en la industria oleica. Trabajamos con variedades de alto contenido graso, adaptadas a secano técnico, con control del ciclo vegetativo y recolección optimizada. El proceso está enfocado a obtener una semilla limpia, con humedad controlada y calidad constante, lista para transformación o comercialización directa.
Nuestro equipo es el pilar de todo. Ingenieros agrónomos, técnicos de campo, operarios especializados y personal de almacén trabajan de forma coordinada y con formación continua. Nos une algo más que la profesionalidad: una cultura común de respeto por el trabajo bien hecho.
Creemos en el talento local, en el conocimiento acumulado durante generaciones y en la formación de nuevas competencias para afrontar los retos agrícolas del presente y del futuro.
Nuestra actividad se centra en el cultivo de productos estratégicos, seleccionados por su valor agronómico, rotación eficiente y demanda comercial. Trabajamos con diferentes familias de cultivos, como:
Cereales: trigo, cebada, avena
Leguminosas: garbanzo, lenteja, guisante seco
Oleaginosas: girasol, colza
Frutos y árboles: almendro, pistacho, olivar, manzano, peral
Este enfoque nos permite diversificar riesgos, enriquecer los suelos y dar respuesta a un abanico amplio de clientes, desde la industria alimentaria hasta el canal exportador.
Apostamos por una rotación inteligente, que optimiza recursos y favorece la sanidad vegetal, garantizando rendimiento y sostenibilidad campaña tras campaña.
Gestionamos todas las etapas de la producción agrícola, desde la planificación de siembra hasta la entrega final del producto. Esto nos permite ofrecer:
Lotes homogéneos, trazados desde el origen
Calidad constante, validada en laboratorio
Volúmenes garantizados, según contrato
Puntualidad en la entrega, gracias a nuestra red logística
Sabemos que cada cliente necesita algo distinto. Por eso nos adaptamos a sus calendarios, formatos de presentación y requerimientos específicos. Flexibilidad con seriedad.
